Estaba loca, de remate. La tomaban por tonta. Odiaba esas típicas historias de amor de la princesa que conoce su príncipe azul. Se pasaba los dias escuchando música, su música. Leía y se empapaba de letras y citaciones. La poesía, odiaba todo lo que tuviera algo que ver con poesía. Intentaba aprender de sus errores. Lloraba, por las noches, no podía parar. Se despertaba con esa típica "cara de mapache" que no puedes remediar. No le importaba lo que los demás pensaran de ella. Follaba, sí, follaba con quien pillara. De fondo, siempre Extremoduro. Salía de fiesta, con su vaso de Beefeater en una mano y el cigarro en la otra. Se ponía hasta el culo de todo lo que se metía al cuerpo; pero, ¿y qué? Si le criticaban, se alegraba, porque al menos sabian que existía. La tachaban de "rara" cuando lo único que hacía era disfrutar de sus días. Odiaba estudiar. Su futuro era la batería y lo tenía claro. ¿Amigas? Las justas y verdaderas. Uñas negras. Pelo largo, negro y liso. Piel clara, ojos azules. Bragas de encaje. Odiaba el color rosa. Se decidía por las cosas en el momento que ocurrían, nada de 'déjame pensar'. Lloros y tabaco. Droga. Fiesta. Conciertos. Vía libre para cualquiera.
Imagínatelo, el paraíso. Ese paraíso que te jodía por dentro cada vez más, hasta que la palmó.
FIN
lunes, 2 de febrero de 2015
mientras estudio...
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